Turquía ha realizado una considerable compra de misiles antibalísticos S-400, como parte de su preocupación por implementar más seguridad para el país. Además incluye varios puestos de radar, misiles de distinto alcance y equipamiento de mantenimiento.
El contrato ya ha sido firmado con Rusia, aunque este país no pertenece a la Alianza Atlántica, lo cual preocupa a la OTAN, la decisión fue tomada de mutuo acuerdo pensando en la obligación de tomar medidas de seguridad para defender al país.
Este acuerdo es otra señal del acercamiento entre Turquía y Rusia, dejando atrás el problema del año 2015, donde Turquía bombardeó un avión ruso, que volaba en la frontera con Siria. También revela la hostilidad de ambos países con Occidente.
Turquía se ha alejado de Estados Unidos, debido a las diferencias que tienen en cómo combatir el terrorismo y en su lucha contra el Estado Islámico.
Además, Alemania dio a conocer el plan de congelar la venta de armamento a Turquía y esto afectaría la seguridad de Europa. Con respecto a esto se pronunció el ministro turco de asuntos europeos, Ömer Celik, quien dijo que “las armas las utilizamos en la lucha contra el terrorismo”.
Turquía está dentro de los países que han reprobado el actuar de Corea del Norte con respecto a lanzar misiles como ensayo nuclear. ¿Será ésta la razón por la cual se está armando Turquía, como una forma de mostrar mayor poder de fuego, ante los demás países del mundo? No por nada Turquía tiene el segundo mayor ejército de la OTAN, después de Estados Unidos.