Los hospitales son infraestructuras de máxima importancia, por el nivel de personas que en ellos se congrega, y teniendo una función primordial en la salud de la población, pero desde el punto de vista de la seguridad en hospitales, no enseña muchas garantías. Conoce sus debilidades.
Se debería establecer un mayor control de las zonas que pueden ser de libre acceso y aquellas otras que requieran de una previa autorización.
El primer paso para un edificio seguro es pensarlo antes de construirlo.
En los últimos tiempos los hospitales suelen ser el centro de noticias, y no por temas médicos precisamente, sino por cuestiones relativas a su seguridad, y es que estos han sido escenario de batallas campales que se han producido en las inmediaciones de los centros hospitalarios.
Entre bandas que han coincidido en los servicios de urgencias después de un enfrentamiento previo, familias contra policías o personal de seguridad que creen que pueden hacer o deshacer o exigir a su conveniencia.
Un caso reciente fue bastante llamativo, cuando una banda de narcotraficantes fue a un hospital a rescatar a uno de los suyos, el cual había sido detenido y estaba siendo atendido en el hospital, a pesar de estar custodiado por la policía, se lo llevaron a punta de pistola sin importar quién estuviera en su camino, un caso que pone los pelos de punta cuando uno piensa que un hospital es un lugar seguro.
La política de accesos a los hospitales viene siendo demasiada blanda desde hace tiempo, permitiéndose un acceso totalmente libre y sin control de parte de estos centros, sin que se requiera ningún tipo de identificación o se realice algún control para restringir los accesos a determinadas zonas.
El personal de seguridad privada que se encarga de la seguridad en hospitales es en muchas ocasiones insuficiente para la tarea que tienen encomendada, por lo que les resulta difícil poder realizar un control eficaz de todo un complejo hospitalario.
La seguridad en hospitales debería de volverse a pensar, no dejando que estos centros sean tan laxos o permisivos en lo que se refiere al tránsito de público por sus pasillos.
Para ello se deberían de establecer zonas con diferentes niveles de control y seguridad y a su vez todas ellas controladas por el centro de control de seguridad del hospital, a modo de ejemplo tendríamos:
Establezca restricciones por grupos de usuarios tanto por zona como por tiempo.
Dentro de esta zona tendríamos la zona de consultas, la de hospitalización y la de urgencias, zonas que además confluyen con la de acceso restringido a personal sanitario.
Casos como los expuestos al principio no pueden suceder en los complejos hospitalarios teniendo en cuenta que es un lugar donde se encuentran enfermos para recuperarse, muchos en unidades especiales, donde se realizan intervenciones quirúrgicas de gran riesgo, si añadimos también el riesgo del personal sanitario de ser agredido por algún familiar descontento con el trato recibido, razones sobran para establecer un mayor control de accesos.
Se puede pensar que un hospital debe ser un lugar de libre circulación por la entrañable función que tiene, pero lejos de eso debemos de tener en cuenta que lo que debe primar es la recuperación de los enfermos, y no se puede concebir habitaciones de hospitales llenos de visitas porque en cada habitación haya además tres pacientes, aunque si es cierto que se expongan carteles informativos, pero que en la práctica no son muchos lo que hacen caso, por lo que deberían de establecerse controles efectivos para que haya un cumplimiento real y eficaz de la normas.
Las urgencias de los hospitales son otros de los puntos mas conflictivos de los centros hospitalarios siendo en muchas ocasiones escenarios de sucesos violentos que no deberían de empañar el buen funcionamiento de estos complejos.
Conclusión
Si bien es cierto que la seguridad en hospitales ha mejorado notablemente, también es cierto que queda a la vista un descontrol de público y una falta de personal de seguridad para realizar con garantías las tareas encomendadas, fruto de las restricciones en las licitaciones públicas para la contratación de este servicio.