Lo que conlleva enfrentarnos a una catástrofe global: 5 inquietantes datos
- 9 octubre, 2017
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Debido a los últimos acontecimientos ocurridos en materia de seguridad internacional, hemos querido hacer un breve análisis de ciertas interrogantes que como usuarios o simples observadores de la realidad nos preocupa de sobre manera.
Política global, el Populismo y la confusión de Valores en occidente
Las siguientes preguntas son dudas que todos tenemos y que ansiamos una respuesta a corto plazo:
- ¿Cómo manejamos la proliferación nuclear?
- ¿Cómo detenemos el terrorismo internacional?
- ¿Cómo protegemos nuestra información de internet de los ciberataques?
- ¿Cómo hacer entender al ciudadano común y a las máximas autoridades sobre el cambio climático?
- ¿Cómo aprender la tolerancia y aceptación hacia los movimientos migratorios involuntarios?
Controlar con eficacia estos riesgos es el gran desafío de los líderes mundiales, claro que tienen muchos factores en contra para encontrar soluciones coordinadas, por ejemplo, el nuevo estilo de la política global, el populismo y la confusión de valores en occidente.
La irrupción de líderes marcadamente populistas en el panorama mundial, es lo que lamentablemente está actuando de potenciador de estas amenazas.
El Reloj del Apocalipsis está a sólo dos minutos y medio de las doce de la noche, hora que marca la catástrofe global.
Una frase asociada a una ilustración creada para representar la hora del fin de la tierra. Este reloj en vez de medir el paso del tiempo, intenta mostrar cuan cerca está la tierra de ser destruida. Su hora final es la medianoche, y sus manecillas señalan que estamos a dos minutos y medio de alcanzarla. No es un objeto sino una ilustración, y no avanza o retrocede por una medida científica sino por el parecer del directorio de ciencia y seguridad del boletín, un grupo de expertos que se reúne dos veces al año para determinar cuánto nos resta para la medianoche.
“Es un símbolo que representa cuán cerca o lejos estamos de una catástrofe global. Y lo que queremos decir con eso es cuán cerca o lejos estamos de destruir la vida en la tierra como la conocemos”, explica Rachel Bronson, directora ejecutiva y editora del boletín, donde supervisa el manejo del reloj.
Cuando el Reloj del Apocalipsis nació en 1947, reflejaba la preocupación de los científicos que lo concibieron ante el peligro de un conflicto nuclear al inicio de la Guerra Fría.
En sus 70 años de historia sólo una vez más ha estado cerca de la medianoche, fue en 1953, cuando llegó a dos minutos de la hora límite, debido a unas pruebas termonucleares realizadas por EEUU y la Unión Soviética.
En julio de 1947, un grupo de científicos galardonados con el Premio Nobel, crearon ese indicador en Chicago, en ese momento “la principal preocupación era la utilización de bombas nucleares”. Hoy además de la amenaza nuclear, se incluye el terrorismo internacional, la ciberdelincuencia, el cambio climático, la desigualdad y los movimientos migratorios involuntarios.
El último cambio del Reloj de Apocalipsis (pasó de tres minutos a dos y medio para las doce de la noche) se produjo en enero pasado, cuando Donald Trump llegó a la presidencia de EEUU. No sería nada de extraño si se adelanta nuevamente debido a la escalada de amenazas con el presidente de Corea del Norte.
5 mayores amenazas de la economía mundial
En Suiza, el World Economic Forum, elabora un informe anual sobre riesgos globales, es un documento que recoge el panorama de los grandes desafíos que tiene el mundo, tanto en la probabilidad como en el impacto, es como un llamado de atención a los dirigentes políticos, económicos y sociales de todo el mundo, sobre las tareas que tienen ante sí para evitar el colapso económico mundial.
Este informe enumera las cinco mayores amenazas en cuanto al impacto sobre la economía mundial y éstas son:
- Las armas de destrucción masiva
- Los fenómenos climáticos extremos
- La crisis del agua
- Los desastres naturales
- El fracaso de las políticas contra el cambio climático
Son muchas las preguntas que todos nos hacemos con respecto a todos estos puntos, incluso se les ha preguntado a muchos expertos en diferentes ámbitos y las respuestas no son muy optimistas.
Aún estando todos conscientes de lo que está pasando, unos Gobiernos más que otros, nada es suficiente, ni siquiera los recursos que se están destinando a estos temas.
Según algunos expertos en la materia, técnicamente estamos más preparados, pero las decisiones globales son más difíciles de tomar.
A los riesgos ya conocidos se suman los más nuevos, como es el ciberataque, los cambios climáticos y movimientos migratorios involuntarios, además hay que considerar un tiempo de adaptación ante estos fenómenos nuevos.
Según Pablo Bernad, responsable de gestión de riesgos en España de la Consultora KPMG, “urge la adaptación necesaria a las nuevas amenazas” y “en tiempos de cambio constantes hay que aplicar el principio de resiliencia y revisar los planes de contingencia ya que estos quedan obsoletos con el paso del tiempo”.
Todos coinciden en que la seguridad total no existe y en que la clave de una gestión de riesgo eficaz está en la evaluación y el análisis previo, para así poder destinar los recursos necesarios para minimizar las amenazas.
En cuanto al terrorismo, los expertos resaltan la necesidad de adaptarse a las nuevas formas de actuación de estos. Para ello es necesario la utilización de los avances tecnológicos, ya que “internet es la forma de comunicarse de los terroristas potenciales”.
El anonimato y el alcance global son sus ventajas.
La prevención del terrorismo es la prioridad máxima de los agentes del CNI, así como también de todos los servicios de inteligencia del mundo.
Una señal de esperanza, es la concesión esta semana del Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, un grupo de organizaciones no gubernamentales de 100 países que persiguen el fin de las 15.000 armas nucleares que hay en el mundo.
Todo lo que se haga sobre este tema es poco, se puede hablar mucho, se puede planificar mucho, se puede evaluar mucho, pero llegado el momento, todo depende de la decisión de una persona, y si esta persona se equivoca, puede causar un malentendido, un desastre o finalmente una guerra.