Falsificación de documentos, un delito más común de lo que parece
- 8 noviembre, 2018
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- Antonio Cambronero Ibañez
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La tecnología hace posible que no sea necesario ser expertos para realizar ciertas tareas como la falsificación de documentos u otra acción ilegal desde las redes.
La detección de la falsificación de documentos
Gracias a los avances tecnológicos, hoy día podemos hacer cualquier cosa, que no hace muchos años tendríamos que haber encargado a un profesional, bien por no saber hacerlo o por no poseer herramientas para poder realizarlo.
Sin embargo, hoy todo está al alcance de cualquiera y cualquier usuario tecnológico puede crear presentaciones, realizar videos, diseñar carteles y…. realizar falsificación de documentos, que dada la calidad de éstas muchas veces resulta difícil de detectar, por ello se hace necesario la preparación de profesionales que ayuden en la detección de documentos falsos.
muchos de estos pertenecientes a los cuerpos policiales que son los que deben comprobar la validez de determinada documentación relacionada con la identidad de las personas como DNIes, NIEs, pasaportes o permisos de conducción, asi como de titularidad, legalidad etc.….
La tecnología avanza y con ella afloran tipos delictivos relacionados con la falsificación de documentos de todo tipo como dinero, documentos de identificación personal como el DNI, NIE o pasaportes, de propiedad, de titularidad y asi un largo etc. creándose verdaderas mafias dedicadas a estos cometidos.
Conseguir detectar documentos falsos resulta cada vez más complicado debido a la calidad y perfeccionamiento de las falsificaciones realizadas, por lo que los funcionarios encargados de verificar la legalidad de estos les resulta muy complicado detectarlos.
Para conseguir comprobar la legalidad y veracidad se han creado algunos detectores, como en el caso de billetes falsos y de publicitar que características se deben de tener en cuenta para saber si un billete es verdadero.
En el caso de documentación, una herramienta muy útil para los funcionarios son las bases de datos estatales creadas por organismos oficiales donde se pueden verificar datos de diferentes aspectos como de identificación personal, tráfico, etc.
Pero como no en todos los países se han desarrollado bases de datos, al igual que con las que se cuentan en España debido a que no están desarrollados tecnológicamente de igual modo, sumado a la reticencia de los países a facilitar datos a otros estados incluso perteneciendo a los mismos organismos, como la comunidad europea.
Resulta más complicado la comprobación de los documentos al no poderse constatar con bases legales establecidas, algo que facilita que redes profesionales proporcionen documentos falsos para moverse en ámbitos internacionales, como son los casos de permisos de conducción.
Además, aunque en España los documentos oficiales vengan provistos de medidas de seguridad precisamente para evitar su falsificación, otros estados todavía siguen con documentos rudimentarios sin ningún tipo de medida de seguridad lo que les hace ser fácilmente falsificable, incluso aunque no sean copias, los propios documentos originales en España pueden dar lugar a pensar que no son originales.
Documentos falsos más solicitados
Para detectar la falsificación de documentos, además de los medios expuestos, hoy día se hace necesario una formación profesional en lo que a detección de documentos falsos se refiere.
Por ello, hoy día son muy demandados este tipo de formacion sobre todo en el ámbito policial ya que son los que mas directamente deben de trabajar diariamente con este tipo delictivo, bien en la comprobación de documentación en las diferentes intervenciones que realizan de control y verificación, o en la investigación de falsificaciones denunciadas a instancia de parte o de oficio.
Gracias a estas investigaciones y la profesionalidad y formación de los cuerpos policiales se han destapado verdaderas bandas dedicadas a la falsedad documental estando en muchos casos implicados funcionarios públicos que por acción u omisión facilitaban el hecho delictivo.
La falsificación de documentos está penada en España, concretamente los delitos configurados dentro del epígrafe de Las Falsedades Documentales se configuran en el Código Penal en los art. 390 y siguientes, en los siguientes apartados:
- De la falsificación de documentos públicos, oficiales y mercantiles y de los despachos transmitidos por servicios de telecomunicación (arts. 390 a 394)
- De la falsificación de documentos privados (arts.395 y 396)
- De la falsificación de certificados (arts. 397 a 399)
- De la falsificación de tarjetas de crédito y débito y cheques de viaje (art. 399 bis)
Los documentos oficiales son los públicos, es decir los que cursan entre sí los organismos públicos, o que de ellos parten con destino a los particulares.
La alteración del documento o algún elemento puede llevarse a cabo de cualquier manera y recaer sobre elementos esenciales (fecha, lugar, comparecientes, plazos, prestaciones de las partes, firma).
Falsear la verdad de los hechos es tanto como atribuir a los intervinientes declaraciones que no han sido vertidas o modificando las dichas, porque en realidad, los hechos de un documento no son otra cosa que el resultado de la narración de los intervinientes.
Se diferencia también el sujeto activo que realiza el delito distinguiéndose la autoridad o funcionario público que por imprudencia grave incurriere en alguna de las falsedades previstas o el particular que las realizara, además también se castiga al que fabrica o posea aparatos para realizar falsificaciones.