Debido a su detención este pasado miércoles, el famoso y único miembro de Al Qaeda español confirmado en la época del 11-09, Luthfullah «Yusuf Galán» González, vuelve a declarar ante el juez, después de estar ausente 6 años desde el momento de quedar en libertad, y ahora lo hará explicando su rol como adiestrador de yihadistas en las redes sociales.
El español Luthfullah Yusuf Galán González, es conocido mundialmente como el cibersoldado del Dáesh, quien cumplió una condena de 9 años y medio por ser encontrado culpable al ser miembro de la célula Al Qaeda y participar activamente en actividades informáticas ligadas a ataques terroristas.
Hoy, 6 años después de haber quedado en libertad, vuelve a testificar ante la Audiencia Nacional por su participación de adiestramiento a yihadistas a través de las redes, una actividad que emplea a través de la tecnología para difundir la filosofía y perfil de un terrorista.
Yusuf ha señalado que mantiene un compromiso ideológico con Daésh y es esa la razón de por qué continúa con estas actividades, pero su principal objetivo es poder alcanzar la paz y vivir tranquilo, algo muy lejos de la realidad si recordamos que la Policía Nacional lo ha tenido en seguimiento de manera constante desde que salió de prisión.
Todos sabemos que el internet es la puerta de difusión más grande por si requieres que algo se haga famoso o conocido y que llegue a más cantidad de personas posibles. Por ese motivo, Yusuf encontró en las redes la mejor manera de actuar y continuar con su misión dentro de la Yihad violenta.
Instauró un método moderno, y no muy perceptible, manejando varios perfiles sociales simultáneamente donde a través de mensajería instantánea difundía mucho material explícito, incluyendo videos, dirigidos a masificar el compromiso de muyahidín virtual, no sólo para adiestrar a seguidores en la yihad violenta, sino también para entrenar en técnicas de combate a personas que querían convertirse en soldados de la yihad.
En esos videos Yusuf aparecía manejando de manera profesional las armas y entregando mensajes de motivación para que siguieran la doctrina del yihadismo, con objetivos de ataques terroristas.
Su estrategia fundamental era la manipulación psicológica de los nuevos reclutas y era tal su poder de convencimiento, que los seguidores dejaban toda su vida para seguir la causa y morir en ataques terroristas, ya que según esa filosofía, esos mandatos divinos eran en base al martirio y sufrimiento para alcanzar el paraíso…