El Bitcoin o moneda virtual, es muy atrayente y capta usuarios a diario, por lo tanto, se ha convertido en un serio problema de seguridad en internet. Es un desafío para la ciberseguridad que debe estar un paso más adelante de los cibercriminales.

Criptomoneda: ¿una preocupación para la ciberseguridad?

Desde hace un tiempo que la moneda virtual está dando que hablar, para bien o para mal, pero es un tema recurrente en el mundo online, según el ranking 2017 de términos más buscados en Google.

Ha sucedido de todo con la Criptomoneda, caídas de criptomonedas, quiebras económicas, el lanzamiento de futuros contratos, una explosión en las ofertas iniciales, la aprobación del bitcoin como divisa de curso legal por Japón, cambios regulatorios por parte de gobiernos, moneda virtual falsa, falsas apps de intercambio, arrestos de estafadores y el secuestro de un empleado de una industria de criptomoneda.

En el año 2017 fuimos testigos de un conjunto de ciberataques contra proveedores de infraestructura que beneficiaba a la moneda virtual y sus usuarios. Incluyendo robos de alto perfil de los activos virtuales de los usuarios.

No todo fue negativo con respecto a la moneda virtual el año pasado, ya que experimentó un auge de la minería oculta de criptomoneda. Por lo tanto, el bitcoin experimentó un aumento significativo en su valor, la moneda virtual más popular, pionera de la criptomoneda.

A mediados de diciembre del año pasado se empezó a ver este crecimiento, cuando un bitcoin individual alcanzó los $20.000. Desde ahí empezó a aumentar su valor 20 veces por encima de lo que valía a principios del 2017. Y más aún aumentó con respecto al 2016.

La preocupación de los especialistas es que esta burbuja llamada bitcoin esté a punto de explotar.

A pesar de los desastres ocurridos a nivel de ciberseguridad que atacaron a varios servicios de criptomoneda y a sus usuarios, ésta siguió siendo alimentada por los mercados.

Este negocio, por decirlo de alguna manera, se está convirtiendo en irresistible para un grupo de personas interesadas en este mundo de la criptomanía, ya que el valor de la moneda ha subido mucho y seguirá subiendo.

Europol, la agencia de fuerzas policiales de la Unión Europea, dijo “bitcoin continúa siendo una vía clave para facilitar el cibercrimen”, pero añade rápidamente que “otras criptomonedas tales como Monero, Ethereum, y Zcash también están adquiriendo popularidad en la clandestinidad digital».

Los atacantes o ciberdelincuentes, además de atacar a proveedores de cripto -wallets en línea, intercambios de comercio y minería y otros servicios enfocados en la moneda digital, también están dirigiendo sus ataques a inversores y empleados de industrias. Las técnicas que utilizan son de ingeniería Social familiares para realizar sus engaños, entre ellas está el phishing, la suplantación de páginas web, apps móviles y carteras falsas y otras, cuyo objetivo final es el robo cibernético.

Desde el año 2011 se ha reportado cerca  de $ 1 millón de bitcoins robados en total.

Incidentes importantes del 2017 en Ciberseguridad

Todo este escenario ocurrido con la moneda virtual, dio pie para que se dieran las condiciones perfectas para el crimen cibernético. A pesar de todos los problemas ya mencionados, seguirá en auge y muy vigente por mucho tiempo al parecer.

En febrero: los ciberdelincuentes quebrantaron una computadora hogareña. Más de 30.000 clientes se vieron afectados en sus datos personales, actuando como plataforma para llevar a cabo los engaños que facilitaron el desvío de bitcoins de un valor por encima del millón de dólares.

En julio: los ciberdelincuentes se llevaron ganancias de Ethel, una moneda similar al bitcoin, por el valor de unos $ 7,4 millones. El robo fue ejecutado durante la ICO de una compañía emergente de comercio de criptomoneda israelí, llamada CoinDash. Los inversores fueron engañados para que enviaran su dinero a una dirección falsa de depósito.

Unos días después: fueron robados unos $ 8,4 millones desde Ether, en medio de otra ICO. Los atacantes robaron los tokens de la plataforma, conocidos como VERI, antes de hacerse con el botín intercambiándolo por Ether y por lo tanto llevándose una rápida ganancia mientras la ICO seguía funcionando.

También en Julio: una falla de codificación de Parity, una Wallet de Ethereum conocida, facilitó el robo de alrededor de 150.000 tokens de criptomoneda de Ethereum. Su valor era en ese momento de más de $ 30 millones.

En agosto: fue ideado un retorcido plan para estafar a los potenciales inversores en Enigma, otra plataforma de Ethereum,

En noviembre: el operador de la moneda digital conocida como Tether basado en Hong Kong, anunció un robo de sus tokens por el valor de casi $ 31 millones de su tesoro digital.

En noviembre: un aparente error de codificación en la wallet de Parity, fue reportado como un congelamiento permanente de Ether, por el valor de unos $ 280 millones. El error se produjo por un usuario, que sin darse cuenta eliminó la biblioteca de códigos requerida para acceder a las wallets digitales.

En diciembre: los cibercriminales atacaron el sistema de pago de un sistema de minería de criptomoneda, basado en Eslovenia, llamado NiceDash, robando unos 4.700 bitcoins, en ese entonces valuados en $ 64 millones. La compañía describió la brecha como «un ataque profesional con ingeniería social sofisticada».

Apesar de todos estos hechos, la imagen no se dañó, y los daños siguieron, con el robo de credenciales en Google Play a través de apps falsas.

Otra forma en que los usuarios se ven afectados, es el nuevo método llamado cryptojacking, minería oculta de monedas digitales, una práctica que agarró vuelo con el lanzamiento de un servicio de minería en el navegador.

Esta fue una manera fácil de ganar ingresos por parte de los dueños de páginas web, ya que es un método alternativo a los avisos publicitarios.

Los mineros de criptomonedas suelen recurrir también a servidores web de Windows no emparchados y dispositivos móviles.

A propósito de minería de criptomoneda, que de hecho es un proceso a través del cual surgen las monedas, una nueva amenaza está rondando internet. Fue denunciado que la minería de bitcoins, al necesitar un importante poder de procesamiento de la computadora, consume más energía que 159 países por sí solos. Si sigue en aumento, para el año 2020 podría llegar a utilizar toda la energía disponible en el mundo. Es sólo una hipótesis.

La pregunta del momento con respecto a este tema es : ¿A dónde nos lleva esta locura de la moneda virtual?

Se podría decir, sin existir balances ni estadísticas en este rubro, y por los hechos antes descritos, como, extorsión, lavado de dinero y evasión de impuestos, que esto a  impulsado a las autoridades de varios países a tomar acciones.

Estos países son: Japón, China, Estados Unidos, Corea del Sur, Australia, Rusia y el Reino Unido y otros países de la Unión Europea.

Algunos países están pensando entrar a este mundo de las criptomonedas respaldadas por los gobiernos, lo cual también debería servir para detectar a tiempo los problemas de ciberseguridad.

Sin duda, no es fácil responder esta pregunta, ya que no podemos adelantarnos al futuro, pero por lo visto hasta ahora, es más seguro que aumente la criptomanía y con ello los delitos cibernéticos.

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Fuente: welivesecurity.com