En la primera visita oficial del Primer Ministro Español a Estados Unidos se trataron temas de contingencia y por supuesto del conocido conflicto de la deseada independencia de Cataluña.
Donald Trump expresó su respaldo al gobierno de Mariano Rajoy en torno a la disputa política que se libra en Cataluña. Al mismo tiempo se refirió a los movimientos independentistas para la secesión como una “tontería” y opinó que España “tiene que estar y permanecer unida”. El presidente norteamericano expresó su “respeto” a España y a su presidente y pidió a los catalanes frenar la secesión porque España es un país “histórico y hermoso” y debe permanecer unido.
La primera pregunta que se le formuló ayer, en el Garden Rose de la Casa Blanca, fue sobre si había ofrecido su apoyo a Rajoy, expresando lo siguiente: “Estamos tratando con un gran, gran país y debería permanecer unido”. Continuó señalando «He estado mirando cómo se ha desarrollado todo, ha sido un proceso que ha durado siglos. Creo que nadie sabe si se va a votar. El presidente aquí ha dicho que no se va a votar y que hay mucha gente que se opondrá a eso (en alusión al referéndum). Sólo puedo hablar por mí, pero me gustaría ver que España continúa unida”.
La prensa española asistente en la conferencia insistió en la pregunta, sobre si había ofrecido su apoyo a Rajoy, y el presidente finalmente contestó:
“Creo que la gente de Cataluña, los catalanes, llevan mucho tiempo hablando de esto, pero apuesto que, si tuvieran cifras precisas, encuestas precisas, se descubriría que aman a España y no se irían de su país. Yo respeto un país unido, respeto a su presidente y creo que los catalanes se van a quedar en España. Creo realmente que la gente de Cataluña seguirá en España. Sería una tontería no hacerlo, estamos hablando de seguir en un país verdaderamente grande, precioso e histórico”, afirmó.
En una primera valoración de esta cita, que fue la primera oficial para Rajoy, los dos mandatarios coincidieron en la importancia de sus buenas relaciones en la lucha contra el terrorismo yihadista y el Isis, en la colaboración policial y de inteligencia contra esa lacra y en las buenas perspectivas que se deben abrir para ambos países en materia comercial, financiera y de infraestructuras tras la recuperación económica.
El presidente Trump, se refirió a la palabra “recíproca” para referirse a cómo debería ser esa colaboración en el futuro, aunque siempre ha sido favorable a Estados Unidos.
Dieron a entender, por sus explicaciones, que el tema de Cataluña no estaba en su agenda, a pesar de que fueron muy avisados y todos esperaban algo más.
Rajoy después de escuchar a Trump, volvió a tildar de “disparate” que el presidente de la Generalitat, pretenda ahora, presentar una declaración unilateral de independencia en el Parlamento catalán. Enfatizó que esa consulta no se puede ni se va a celebrar, porque no hay nada preparado para realizar el referéndum, y remató diciendo que en todo caso lo que puede ocurrir es que se genere “alboroto, ruido, pero no un referéndum válido, democrático y con ninguna de las garantías”.
El presidente español espera que el próximo “1 o 2 de octubre, se recupere en Cataluña el paso de la democracia y el sentido común”, porque lo contrario sería provocar divisiones.
El problema de Cataluña, que apenas se tocó en la reunión, centró la comparecencia conjunta de Trump y Rajoy y la reacción del presidente norteamericano satisfizo completamente a La Moncloa.
Según fuentes gubernamentales españolas, no se le facilitó por adelantado una versión de la respuesta a Trump, con respecto a Cataluña, y se aseguró que el presidente de Estados Unidos actuó por su cuenta. El mandatario norteamericano recibió un informe sobre el conflicto español y las acciones del Gobierno. La conversación entre ambos fue de mucha cordialidad, a tal punto que llegó a preguntarle por el tenista Rafael Nadal, al que definió como “un tesoro de España” y por el golfista Sergio García.
Rajoy le regaló a Trump un jamón ibérico de bellota, con todas las garantías sanitarias y también le regaló un libro.
Rajoy ratificó ante Trump su apoyo contra Corea del Norte y Venezuela, y pretende ejercer una posición de liderazgo dentro de la UE y así conseguir sanciones más duras contra el país caribeño y contra la proliferación de lanzamientos de misiles de los norcoreanos.
En resumen, el encuentro de los dos mandatarios, promete una unión más férrea entre ambos países, para luchar por los intereses que involucren el bienestar propio y el bienestar mutuo.