El Ciberacoso, un término nuevo, pero conlleva las mismas características de cualquier acoso, por lo tanto, es igual de peligroso. Todos estamos expuestos a este tipo de ataque cibernético, si usamos los medios tecnológicos. En este artículo revelamos los peligros del ciberespacio, las características de los acosadores y de las posibles víctimas. Como en todas las cosas de la vida, no debemos ser tan confiados, siendo lo más importante, no entregar nuestros datos personales.

CIBERACOSO, CUANDO EMPEZAR A PREOCUPARSE

El uso de internet se va generalizando en la sociedad actual, para los jóvenes que ya han nacido en la generación 2.0, para los cuales es algo habitual y que forma parte de sus vidas, y para los que nacieron sin la existencia de esta vorágine tecnológica, que también se han ido adaptando a su uso diario.

Gracias a las nuevas tecnologías podemos comunicarnos al instante con cualquier persona por muy lejos que se encuentre, conocemos las noticias al momento de producirse con imágenes incluidas, podemos realizar cualquier gestión burocrática o bancaria sin movernos de nuestra casa y así cada día se va ampliando el catálogo que nos ofrecen las nuevas tecnologías.

Pero siempre hay algo que enturbia lo que en principio es un beneficio y una mejora para la sociedad.

Hoy día conseguir el anonimato es una tarea mas que imposible, aunque se quieran proteger los datos de carácter personal por la legislación, lo cierto es que a través de internet es demasiado fácil conseguir información de cualquier persona que nos propongamos y por ende comunicarnos con ella.

Hasta aquí todo bien, pero cuando toda esta facilidad de comunicarnos se utiliza con un fin vengativo, enfermizo y mal intencionado la situación cambia.

Son varios los términos que van surgiendo según van aflorando nuevas situaciones que dan lugar a la intervención policial, entre ellos el “Ciberacoso” o “Stalking” para referirse a aquellas situaciones en la que se produzca el acoso hacia una persona de forma insistente y reiterada y que supongan una alteración grave para el desarrollo de su vida cotidiana.

¿Qué acciones podríamos considerar como ciberacoso?, pues entre otras:

Subir a Internet datos comprometidos, reales o manipulados con el objetivo de perjudicar, realizar la videograbación de una agresión física a una persona y luego exponerla en la red, llamar por teléfono insultando y amenazando, dar de alta a la persona acosada en una web vejatoria incluyendo su foto y solicitando demandas explicitas de tipo sexual, robar la clave de correo electrónico del acosado para violar su intimidad, leyendo los mensajes, modificando la contraseña, etc., provocar al acosado en servicios web para lograr una reacción violenta que suponga la exclusión de la víctima, propagar falsos rumores, hostigar a la víctima enviando reiterados mensajes amenazantes e insultantes (por correo electrónico, SMS, WhatsApp).

Como se ve es un acoso, que, sin la necesidad del contacto físico con la víctima, causa un grave daño a la persona siendo además durante las 24 horas del día el sufrimiento de los ataques, se circunscribe a ámbitos de la vida privada e íntima y su repercusión es pública, ya que con el uso de las tecnologías su propagación es inminente lo que supone que para reparar el daño causado y hacerlo desaparecer de las redes es una tarea muy complicada.

Además, debemos añadir la invisibilidad que supone para el acosador el mundo de las nuevas tecnologías que hacen complicado llegar hasta el autor de los hechos y en su caso poder demostrar judicialmente su autoría para que pueda ser condenado.

Si bien es cierto que en múltiples ocasiones el acosador no solo actúa a través de las tecnologías, sino que alterna ésta con otras acciones en las que sí se produce un contacto físico y violento.

¿Cuál es el perfil de un acosador?

Pues desde el ámbito de la probabilidad, existen  factores de riesgo que en un sujeto puede determinar la probabilidad de cometer estas conductas frente a otro individuo que no presenta tales factores, así algunos rasgos de la personalidad como ser obsesivos, compulsivos, controladores, celotípicos, pueden ser indicadores de riesgo de poder convertirse en un acosador.

Y ¿el de la víctima?, considerando aquí también los factores de riesgo, aspectos individuales, sociales o contextuales pueden hacer más probable que una persona pueda ser acosada, aunque habría que tener en cuenta la causa concreta que puede haber provocado el acoso, ya que en el caso de una víctima de violencia de genero serán diferentes a los de una víctima de maltrato infantil.

Aunque si hay que recalcar que el 70% de las victimas de ciberacoso son chicas.

Por tanto, ¿cómo prevenir ser víctima de un ciberacoso?, pues como todo en la vida no existen medidas infalibles, pero sí podemos ponerlo difícil al presunto ciberacosador, como vigilar el acceso físico a nuestro dispositivo, cerrar la sesión de los programas cuando nos alejemos del ordenador, hacer una buena gestión de la seguridad de las contraseñas, utilizar un buen software de seguridad.

Importante: Usar únicamente ordenadores o teléfonos públicos para solicitar ayuda si sospechamos que alguien está utilizando un programa spyware para hacer un seguimiento de nuestras actividades diarias.

Si sufres un ataque constante y reiterado a través de las redes que perjudican tu vida, no dudes en ponerlo en conocimiento de los cuerpos de seguridad quienes cuentan con grupos especializados en estos casos.

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