En lo que va del año 2017 ya han sido asesinadas 51 mujeres en España, por sus parejas o esposos. Este acto machista repudiado por la sociedad, ha requerido crear instancias policiales especiales, para enfrentar en todos los ámbitos este problema e ir en ayuda de las víctimas como prioridad.

Violencia de Género: servicios de seguridad del área

Las lacras sociales que se van sucediendo a lo largo del tiempo vienen a dejar su reflejo en las organizaciones policiales que deben reaccionar con la creación de unidades especializadas para poder dar un servicio eficiente ante los retos sociales que se van produciendo.

La violencia de género es por desgracia otra necesidad acuciante que ha requerido la creación de unidades especializadas en los cuerpos de seguridad, así surgen los equipos de Mujer-Menor (Los EMUMEs) en la Guardia Civil y las unidades de familia mujer (UFAM), de Policía Nacional.

Además de los cuerpos estatales, los cuerpos de Policía autonómicos existentes y de policía local de una gran cantidad de municipios cuentan igualmente con equipos encargados de atender los casos de violencia machista y contra los menores.

Pero el trabajo de estas unidades no solo consiste en intervenir cuando se ha producido un hecho que requiera una intervención judicializada entendiendo como ésta, aquella en la que se hayan producido hechos en los que procedan la instrucción de diligencias penales, sino que su labor va más allá de la mera realización de un atestado policial.

Con la colaboración de otras unidades policiales una función primordial es la de prevenir que sucedan este tipo de sucesos, para ello pueden asesorar y atender personalmente a personas o familias en las que se hayan observado situaciones o indicios en los que se pueda presuponer situaciones de violencia de un miembro de la familia hacia el resto con la colaboración imprescindible de los servicios sociales para ofrecer el asesoramiento y los recursos disponibles de las administraciones.

Por otro lado, cuando los hechos se han consumado y se han producido situaciones de riesgo habiéndose realizado las correspondientes diligencias y una vez dictadas medidas cautelares de protección, los cuerpos de seguridad y en concreto las unidades especializadas en violencia de genero deben de realizar un seguimiento del cumplimiento estricto de estas medidas tanto por parte de los condenados como de las propias víctimas que resultan muy vulnerables por parte de sus maltratadores.

Cuando una orden de alejamiento impuesta por un juez no resulte garantía suficiente de que el maltratador la vaya a respetar o haya incumplido otra, se disponen de medidas  tecnológicas para un control mas efectivo, se trata del Sistema de Seguimiento por Medios Telemáticos de las Medidas y Penas de Alejamiento en el ámbito de la Violencia de Género que permite verificar el cumplimiento de las medidas y penas de prohibición de aproximación a la víctima  que se sigan por violencia de género en los que la Autoridad Judicial acuerde su utilización proporcionando información actualizada y permanente de las incidencias que afecten al cumplimiento o incumplimiento de las medidas o penas, así como de las posibles incidencias, tanto accidentales como provocadas, en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos utilizados, dándose comunicación inmediata a los cuerpos policiales desde la central que se encarga de su control cuando se detecte cualquier incidencia que no permita verificar la situación exacta del maltratador o de que este pueda estar vulnerando la medida de aproximación a la víctima.

También los cuerpos policiales disponen de la aplicación VIOGEN cuya función es la de aglutinar a las diferentes instituciones públicas que tienen competencias en materia de violencia de género integrando toda la información de interés que se estime necesaria, hacer predicción del riesgo y realizar el seguimiento y protección a las víctimas en todo el territorio nacional.

Aunque es cierto que en materia de violencia de género se han ido sumando cada vez más recursos por parte de todas las administraciones, cuerpos policiales incluidos, a fecha de hoy todavía queda mucho por hacer en materia de violencia en el ámbito familiar ya que por desgracia se siguen produciendo agresiones con finales trágicos y con un aumento alarmante de menores de edad también víctimas directas de este tipo de violencia.

Carencias o deficiencias en el servicio de ayuda para Violencia de Género

• El horario de asistencia es limitado debiendo en muchos casos ser atendidas las victimas por personal no especializado.
• Excesivo número de casos asignados a los funcionarios encargados del seguimiento y protección de las víctimas y sin medios materiales en la mayoría de las ocasiones.
• La Valoración de Riesgo Policial y las posteriores evaluaciones de seguimiento, no deja de ser una fría herramienta informática. El programa asigna un nivel determinado de riesgo (extremo, alto, medio, bajo,.) en función de la respuesta a una batería de preguntas que debe de cumplimentar el funcionario policial de turno, según responda la víctima, testigo o agente policial.
• Escasez de medios materiales, que impiden, tal y como demandan los distintos protocolos por su valor en sede judicial, efectuar reportajes fotográficos e inspecciones técnico-policiales, tanto a las víctimas como en el lugar de los hechos.

Por todo lo expuesto debemos seguir trabajando y sumar esfuerzos.

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