En muchas ocasiones, cuando vemos en las noticias sobre sucesos catastróficos ocurridos en otros lugares, distantes de lo que nosotros consideramos nuestro entorno más próximo, nos preguntamos cómo reaccionaríamos si tuviéramos que vivir situaciones semejantes, como desastres naturales, atentados terroristas, un incendio, una avalancha en un concierto, un accidente de trafico, etc.
¿Cómo reaccionamos ante situaciones de riesgo? Bien, pues la respuesta que en ese momento nos podamos dar, poco o nada tendrá que ver con la que, si dado el caso, tengamos si vivimos una situación semejante.
Por ello cuando debemos de planificar y organizar un plan de emergencias debemos ser conscientes del funcionamiento del comportamiento humano en situaciones de riesgo para que estos se adapten a la realidad lo máximo posible.
En estas situaciones, algunas personas pueden llegar a tomar decisiones que aumenten el peligro para ellas y también para los demás.
El miedo a morir puede causar más víctimas que el mismo siniestro o catástrofe.
Para poder predecir la reacción de un individuo en una situación de crisis debemos comprender diversas variables que a su vez provocan diversas reacciones ante situaciones de riesgo las cuales dependen del contexto en el que se desarrollen.
Ante una misma situación, dos sujetos pueden reaccionar de forma distinta, esto puede deberse a variables que les haga percibir de distinto modo la situación que se está produciendo.
Por ello debemos detectar las variables que van a influir en los comportamientos para así conocer las reacciones humanas y poder realizar un trabajo preventivo eficaz.
Según estudios realizados, las reacciones más comunes de las personas son:
Y los principales factores psicofisiológicos que intervienen en las reacciones individuales ante situaciones críticas son:
Con lo expuesto podemos hacernos una idea de lo que supone intervenir en situaciones catastróficas y de riesgo, no solo desde el punto de vista de las personas que se vean afectadas sino desde el punto de vista de los profesionales que deben de intervenir; policías, seguridad, personal sanitario, bomberos etc.
La experiencia en casos similares de este personal les dota de una mayor capacidad de autocontrol que les permite realizar una valoración real de la situación y tomar las medidas necesarias para una correcta intervención , evitando riesgos innecesarios y un aumento de las víctimas por los estados de pánico.